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Este tranquilo y pintoresco pueblo es una muestra exquisita de la provincia mexicana.

En 1551 el pueblo fue bautizado con el nombre de Santa María de la Asunción y de las Aguas Calientes. En 1656 el nombre del poblado cambió a Tequisquiapan, palabra de origen náhuatl que significa lugar de agua y tequesquite.

La presencia de agua queda clara tanto en los dos nombres como en los numerosos balnearios que hay en la zona. Además de los atractivos líquidos, Tequis se distingue por conservar una imagen de la auténtica provincia mexicana, en donde puedes caminar lentamente por sus bellos andadores y sus plazas llenas de de bugambilias en flor. Alrededor de la plaza principal, debajo de los arcos de cantera que la envuelven, se encuentran tiendas de artesanías, restaurantes y cafés, lugares donde se puede disfrutar del agradable clima y de la tranquilidad del pueblo, sin olvidar que por las noches puedes contemplar sus maravillosos cielos estrellados.

Es conocido también como el paraíso de la cestería, ya que en sus mercados puedes encontrar maravillosos cestos y canastas de mimbre de todos tamaños y formas, para usos diferentes.

Tequisquiapan, además de ser un excelente punto de partida para visitar la Ruta del queso y vino, ofrece paseos por tierra y por aire; a caballo y en globo aerostático; este último, un excelente medio para conocer las tierras que producen el delicioso vino queretano.

Una de las mejores cosas es gozar de la tranquilidad de Tequisquiapan, hospedandote en alguno de sus hoteles y concluir con una excelente comida o cena en sus buenos restaurantes y cafés alrededor de la Plaza Principal